Invertir es el concepto usual que usamos cuando queremos referirnos a la actividad de comprar un bien con cierto capital actual y recibir posteriormente es mismo capital que utilizamos más un porcentaje de interés. Pero el problema aquí es que normalmente calculamos el capital como el valor nominal del dinero y no como el valor real del dinero, por lo que para invertir lo primero es comprender el valor del dinero a través del tiempo, tal y como lo menciona el Mtro. Rubén López en su libro “Comprendiendo las Matemáticas Financieras”.
Después de conocer lo esencial de una inversión la primera pregunta que debemos hacernos es ¿Cuál es mi objetivo o meta? Y para delimitar esto tenemos que aclarar el parámetro de las 3 incógnitas de una inversión: Rentabilidad, Riesgo y Tiempo. Puesto en una sola frase: “Determina la ganancia que quieres obtener, basado en el riesgo que estás dispuesto a tomar y el tiempo que deseas esperar”(López, 2013).
Una inversión se puede tipificar por el tiempo, ya que es una variable elemental. Por lo tanto hablando de tiempo existen 3 tipos de inversiones: corto, mediano y largo plazo. El corto plazo abarca normalmente de 1 a 365 días, el mediano plazo se considera de 1 a 5 años y el largo plazo suele ser a más de 5 años. Esta margen de plazos puede tener variaciones ya que no está estipulado un margen fijo para definirlos.
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